Voces colectivas construyendo justicia, es nuestro XVII informe de actividades, en él mostramos el camino andado durante el último año en la búsqueda de justicia ante los daños generados por la contaminación de la cuenca Atoyac-Zahuapan y la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual. En esta etapa resaltamos la articulación y el trabajo de varios grupos comunitarios, sacerdotes, religiosas, organizaciones de la sociedad civil, personas de la academia profesores y grupos de adolescentes de escuelas secundarias. Consideramos que es la suma de estas voces la que -ante gobiernos indolentes- pueden hacer la diferencia histórica para alcanzar la justicia. Desde el Centro Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local A.C., consideramos fundamental el fortalecimiento de estas voces colectivas, para que desde nuestra acción incidamos ante las problemáticas que vivimos en Tlaxcala. Como bien dijo Jan Jarab, Representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), en uno de los foros que nos acompañó: “En un estado democrático el papel de las organizaciones civiles es muy importante, incomodando a la sociedad, incomodando a los poderosos, siendo la conciencia de la sociedad y eso tiene que mantenerse”.
En medio de la oscuridad generada por las realidades de dolor, explotación y muerte que vivimos, sumar voces, conciencias y corazones, es necesario y se convierte en una esperanza sólida que anuncia una nueva sociedad en la que se concretará el derecho a la justicia, a la vida, a un medio ambiente sano y a vivir libres de explotación sexual y trata. Nos alegra cada una de las acciones que se van realizando por los diferentes actores que desde el Centro Fray Julián Garcés acompañamos, porque tenemos la certeza de que en comunidad se logran los cambios que algún día darán frutos de justicia.
