Pronunciamento del Foro Regional sobre problemática en la Cuenca del Alto Atoyac
14/10/22

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PRIMER FORO REGIONAL: DIÁLOGO ENTRE COMUNIDADES, ACADEMIA, GOBIERNO SOBRE LA PROBLEMÁTICA MULTIDIMENSIONAL DE CONTAMINACIÓN EN LA CUENCA DEL ALTO ATOYAC

12, 13 y 14 de octubre de 2022

La cuenca del Alto Atoyac es actualmente reconocida por la Secretaría de Salud, la Semarnat y el Conacyt como una Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental (RESA) por los graves efectos de la contaminación en la salud de las personas, el daño a los ecosistemas, los suelos agrícolas, así como el trastocamiento del tejido social. El acelerado proceso de industrialización y de urbanización sin planificación ha sido un factor determinante de la devastación socioambiental. Y es que, en tanto que no se establecieron medidas adecuadas de ordenamiento territorial y de regulación toxicológica y sanitaria, en lugar de desarrollo y mejoría generalizados, se produjeron severos contrastes sociales por los usos insustentables de todos los recursos naturales de la región, los despojos de tierras de cultivo y urbanas, la ruina económica familiar, la superexplotación laboral y marginalidad, pérdidas culturales, la degradación y ruptura del tejido social, así como por la emergencia y el crecimiento de enfermedades altamente mortales. Por si fuera poco, la explotación sistemática y salvaje de los recursos hídricos, antes abundantes en la cuenca, impuso una contaminación y sobrexplotación del agua superficial y subterránea, situación que se agrava con el cambio climático.

Desde hace al menos 20 años, comunidades organizadas, sociedad civil y un sector de la academia comprometida con la sociedad han protestado y denunciado permanentemente, en distintos espacios, plataformas e instancias nacionales e internacionales la situación descrita y su progresivo agravamiento. Así, en 2017, como respuesta a la emisión de la Recomendación 10/2017 de la CNDH, estas alianzas condujeron la construcción regional y gestión de una Propuesta Comunitaria para el Saneamiento Integral de la Cuenca Atoyac-Zahuapan y la Reparación del Daño a las Comunidades.

Desde esta experiencia, es necesario ampliar el llamado y promover espacios de articulación, participación y diálogo para atender de manera coordinada la problemática entre todos los actores involucrados, y el primer paso fue convocar a este Primer Foro Regional: Diálogo entre comunidades, academia y gobierno sobre la problemática de contaminación de la  Cuenca del Alto Atoyac.

Entre sus objetivos, se busca:

  • Comenzar a erradicar una práctica común con la que las comunidades se han enfrentado desde que empezaron a denunciar la situación: que a través del diálogo, que en palabras de Elena Álvarez Buylla, directora general del Conacyt, debe ser “abierto, riguroso, franco y la discusión profunda de los problemas ambientales de la región” se acabe con la simulación que no ha hecho otra cosa más que profundizar la crisis socioambiental de la región.
  • Que el diálogo conduzca a la construcción de alianzas que permitan enfrentar la contaminación y los daños a la salud de la población.
  • Conocer los distintos abordajes por parte de gobiernos, academia y sociedad civil para comprender y atender los problemas derivados de la devastación socioambiental, y desde ahí contribuir al diseño de insumos para la política pública que pueda coordinar los esfuerzos en los cuatro ámbitos de gobierno para emprender el saneamiento integral de la cuenca.
  • Asimismo, como planteó la directora general del Conacyt, se busca “armonizar esfuerzos, acciones sustentadas en principios éticos encaminados al bienestar social y la restauración socioambiental a favor de toda la población”.

La ciencia como un derecho humano implica, obligadamente, construir y poner en práctica políticas públicas que coloquen los conocimientos al servicio de la ciudadanía. Entonces, como se planteó, el foro ha sido un espacio de diálogo inicial entre la academia, la sociedad civil y distintos ámbitos de gobierno, en el que se han presentado distintas investigaciones que centros de investigación e instituciones de educación superior están llevando a cabo en la cuenca del Atoyac – Zahuapan. Resaltan los proyectos de investigación e incidencia (PRONAII), que corresponden a los Programas Nacionales Estratégicos del Conacyt. Asimismo, también participaron comunidades y organizaciones de la sociedad civil de la cuenca para compartir las afectaciones que les aquejan, sus demandas y las propuestas de solución que han construido.

Como resultado de esta jornada, participaron en este Foro alrededor de 250 personas por día: 56% mujeres y 44% hombres. Además, entre las y los asistentes participaron comunidades de las RESAs de El Salto, Jalisco; la Cuenca de la Independencia, Guanajuato; Lerma, Estado de México; Región Tolteca, Hidalgo; Libres Oriental, Puebla; Sur de Veracruz y Cuenca del Alto Atoyac en Tlaxcala y Puebla, quienes se reunieron en un diálogo intercomunitario con al menos 85 participantes. Participaron autoridades federales y estatales y asistieron algunas autoridades municipales y comunitarias. También, se presentaron más de 40 trabajos en formatos de carteles descriptivos y artísticos y 40 ponencias sobre diagnósticos socioambientales y de salud, procesos y resultados de investigaciones, experiencias comunitarias agroecológicas, propuestas técnicas de solución a problemas ambientales y económicos, entre otras. Todas ellas divididas en un bloque de presentación de PRONACES y PRONAIIS y 4 bloques temáticos:

  • Agua;
  • Toxicidad y agua;
  • Salud y agua; y
  • Derechos humanos.

El ejercicio en conjunto permitió el diálogo directo entre comunidades y personas de la academia de las diferentes instituciones participantes.

Este foro y otros eventos dejan en evidencia cómo se percibe la problemática desde las diversas visiones y aristas. Esto plantea el reto del trabajo transdisciplinario para la comprensión profunda de esta compleja problemática y la construcción colectiva de soluciones viables que garanticen el bien común y la justicia socioambiental, incorporando los saberes y las particularidades propias de los territorios y sus comunidades.

Además, la transformación de los marcos normativos y la reorientación de las políticas económicas neoliberales desarrollistas son tareas que no pueden retrasarse más. El deterioro y la devastación socioambiental, reflejados en las afectaciones a la salud, la calidad de vida y la capacidad reproductiva de nuestros socio-ecosistemas muestran claramente que ese modelo es particularmente depredador. Es fundamental armonizar esfuerzos para emprender acciones sustentadas en principios éticos encaminadas al bienestar social, la justicia y la restauración socioambiental a favor de todos los pueblos. Por ello, resulta necesario que toda alianza entre academia y sociedad civil, organizaciones y comunidades, como los PRONAII y cualquier otro esfuerzo de este tipo:

  • Se articulen regionalmente para construir propuestas que den una respuesta integral a las problemáticas.
  • Mantengan la articulación y el servicio hacia los sujetos comunitarios, más allá de las actuales convocatorias.
  • Incidan para la creación de políticas públicas de corto, mediano y largo plazo que lleven a la restauración de la cuenca y trasciendan los periodos sexenales.

Se reconoce la participación comunitaria y el ejercicio de la ciencia como los dos ejes fundamentales de las acciones para la restauración integral de la cuenca. Por esta razón, mediante la articulación estratégica entre la academia, el gobierno y las organizaciones de base comunitaria, se continuarán realizando acciones que fomenten la diseminación de saberes que permitan el fortalecimiento de las comunidades para la gestión integral de la Cuenca y lograr su saneamiento.

Para fortalecer este proceso, desde el Conacyt se establecerán centros de enlace y articulación que maximicen los esfuerzos de investigación e incidencia para la atención de la problemática socioambiental. Esto necesariamente debe hacerse desde enfoques transdisciplinarios, fomentando también la participación del sector público y privado para que ambas instancias reconozcan sus responsabilidades por las políticas públicas ejercidas, desde hace varias décadas, por el desvío a modo de las competencias institucionales y las normatividades que impuso el neoliberalismo y por los impactos causados en el entorno y la salud que todo ello contrajo; pero también, para que ambos sectores reconozcan sus esenciales potencialidades correctivas. Solo de esta manera se podrán desarrollar acciones puntuales de coparticipación, que coadyuven al saneamiento de la Cuenca.

Los trabajos de las tres jornadas del Foro nos permiten concluir que aún hay dificultades por superar. Principalmente, reiteramos que la simulación institucional es un peligro para la consecución de nuestros objetivos comunes: la construcción del bien común. En este sentido, la exigencia es, que todos los ámbitos de gobierno:

  • Superen el pretexto del cumplimiento formal y la mera imagen del compromiso gubernamental, que siempre ha sido una tentación para ellos.
  • Caminen hacia un plan de restauración integral. Ello los obliga a articular eficazmente a todas sus dependencias que puedan y deban participar.
  • Abran y sostengan el diálogo con las comunidades afectadas y realicen las evaluaciones del proceso, no en términos de las actividades realizadas, sino en torno a los cambios efectivamente logrados.
  • Suspendan la instalación de industrias y la ejecución de infraestructura de saneamiento no adecuada (como plantas de tratamiento, entre otras) hasta que se cuente con un Programa Integral para la Restauración de la Cuenca.
  • Contemplen toda la cuenca en su visión de la problemática y articulen, de manera conjunta y eficaz, todos sus esfuerzos con la sociedad civil, organizaciones y comunidades que habitan el territorio.

Al finalizar este foro, el compromiso de quienes convocamos es dar continuidad a la articulación, discusión y avance en la propuesta de políticas y alternativas que lleven a un saneamiento integral de la cuenca, para lo cual convocaremos en mayo de 2023 a un segundo encuentro.

Hemos aprendido que el bien común es el cuidado mutuo y este propósito implica disciplina colectiva, compuesta de voluntad y solidaridad. Reclamamos que es urgente el replanteamiento de los modelos de análisis, investigación y resolución de problemas fragmentarios e inaccesibles. Es necesario que el quehacer científico y político retome al bien común como principio ético y a la sociedad como eje rector.

¡NO HAY JUSTICIA SOCIAL, SIN JUSTICIA AMBIENTAL!

Tlaxcala de Xicohténcatl, Tlaxcala a 14 de octubre 2022

CONVOCANTES
CONACYT – Dirección Regional 4 Sur Oriente
Centro Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local, A.C.
Universidad Autónoma de Tlaxcala
Grupo Coordinador Intersectorial SSA-SEMARNAT-CONACYT
Coordinadora por un Atoyac con Vida
Pastoral de Derechos Humanos
Pastoral Social de la Diócesis de Tlaxcala
Las Comunidades afectadas de municipios de Tlaxcala y Puebla
Centro de Economía Social Julián Garcés, A.C.
IIMA Ibero Puebla
CUPREDER BUAP

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