La devastación socioambiental se agrava en Tlaxcala y en la Cuenca del Alto Atoyac
A más de cuarenta años de la imposición del modelo neoliberal en nuestro país, bajo la idea de que tendríamos progreso y mejores empleos, tenemos como uno de sus crueles resultados contar hoy con más de 60 Regiones de Emergencia Sanitaria y Ambiental (RESAS) en México, entre las que se encuentra la Cuenca del Alto Atoyac, que comprende principalmente municipios de los estados de Puebla y Tlaxcala.
Estas RESAS son resultado de la permisividad del gobierno hacia las industrias, y son regiones en las que convergen todo tipo de procesos contaminantes en suelos y acuíferos; donde también persiste la contaminación del aire, del agua superficial y profunda, de los bosques, selvas, la pérdida de biodiversidad y de la cultura y tejidos colectivos. Son regiones con un gran impacto negativo en la salud de mujeres, hombres, niños, niñas y adolescentes.
Así, durante décadas, el gobierno en sus ámbitos federal, estatal y municipal, han permitido que en Tlaxcala, y en la Cuenca del Alto Atoyac entera, se agudice la devastación socioambiental, lo cual podemos notar en problemáticas como las siguientes:
- En el municipio de Españita hay presencia de sustancias tóxicas en el agua, aire, suelo y en los alimentos de la población, por el uso intensivo de agrotóxicos, fungicidas, plaguicidas y otros químicos, que se bioacumulan en la producción agrícola y en plantas silvestres como los quelites. Esto, como resultado de la existencia de monocultivos de cereales asociados a las grandes agroindustrias transnacionales como cerveceras, harineras, semilleras y de agrotóxicos.
- Sumado a lo anterior, en ese municipio, y de acuerdo con investigaciones de la Dra. Regina Montero, de la UNAM, tan sólo en el caso de la población de adolescentes aparentemente sanos, se detectó en su organismo la presencia de metales pesados como cromo y cadmio, que son nefrotóxicos, es decir que dañan a los riñones. Se identificó también la exposición a plaguicidas y PCBs (exposición a bifenilos policlorados), carcinógenos y disruptores endócrinos confirmados.
- En Yauhquemehcan y Apizaco se ha intensificado el crecimiento habitacional promovido por gobiernos e inmobiliarias, lo que trae consigo también impacto en la disponibilidad del agua, en el suelo, fauna, flora y en las manifestaciones culturales de ambos municipios.
- En los municipios de Calpulalpan y Nanacamilpa (y sus comunidades: San Cristóbal Zacacalco, San Felipe Sultepec, San Mateo Aticpac, San Marcos Guaquilpan, San Antonio Mazapa, La Soledad, La Venta y Francisco I. Madero), persiste la insistencia del gobierno del estado en la imposición del libramiento vial, lo que traería consigo eliminación de fauna; agudización en la extinción de las luciérnagas y ajolotes; el uso de aproximadamente 33 millones 600 mil litros de agua para la construcción de la autopista. Esto junto con la amenaza de la llegada de empresas inmobiliarias y mineras, y afectaciones económicas que se darán por la pérdida de empleos directos e indirectos.
- En la Matlalcuéyetl, desde el año 2019 está presente la plaga del escarabajo descortezador, que hasta la fecha continúa devastando el bosque. Las autoridades encargadas en sanear, responden de manera lenta, burocrática, sin priorizar la urgente restauración integral o sin contar con el presupuesto requerido para el rescate del Área Natural Protegida, además de no permitir una participación ciudadana real y horizontal. Sumado a ello, la delincuencia se ha apoderado de los territorios boscosos a la orilla de las carreteras que cruzan la montaña, la perimetral y autopista Puebla- Perote, trayendo consigo el desplazamiento de las y los guardianes del territorio, quienes transitan con miedo por estas rutas. Por otro lado, el turismo invasivo y no planeado, rebasa la capacidad de carga del ecosistema, causando desequilibrios en las dinámicas propias; por ejemplo, el ruido que perturba y ahuyenta a las aves, la compactación y erosión del suelo que no permite la regeneración natural.
La relación calidad del ambiente y salud ha sido reconocida en diferentes documentos, como la Recomendación 10/2017 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en relación con la contaminación de los ríos Atoyac, Xochiac y sus afluentes, y el Primer Informe Estratégico Cuenca del Alto Atoyac (Tlaxcala- Puebla): Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental y Recomendaciones para su atención Integral, de la ahora Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación.
Por lo anterior, urge que el gobierno en sus diferentes ámbitos e instancias, reconozcan que las problemáticas ambientales aumentan cada vez más, y que el actual modelo económico solo nos ha dejado devastación, enfermedad y muerte. Es necesario que reconozca la necesidad de trabajar de forma integral e interinstitucional.
Por ello exigimos que:
- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, reconozca que la presencia de sustancias tóxicas industriales en la Cuenca del Alto Atoyac y el impacto en la salud continúa y se intensifica, y que por tanto no hay un cumplimiento real de la Recomendación 10/2017, sino continuidad a la violación a nuestros derechos humanos, particularmente a un medio ambiente sano, al agua y su saneamiento, a la salud y a la vida.
- Se detenga la instalación de las industrias hasta que haya regulación de los tóxicos industriales vertidos al agua, suelo y aire.
- Se deje de criminalizar y culpar a la pequeña industria, como los mezclilleros y queseros, por la situación actual de la Cuenca: Por el contrario, se les debe dotar de herramientas que les permitan transitar a una producción amigable y económica.
- Se garantice una política agroecológica, que garantice el derecho humano a la alimentación sana y libre de agrotóxicos.
- Se cuenten con hospitales, centros de salud, personal capacitado, sistemas de información, prestación de servicios y tecnología para atender todas las enfermedades crónicas no transmisibles presentes en la Cuenca, como es el cáncer y el daño renal crónico, vinculadas a la toxicidad industrial.
- Se deje de impulsar la gentrificación y la operación de inmobiliarias, que generan fuertes impactos socioambientales.
- Las autoridades municipales involucren a la población de manera real en la elaboración de los ordenamientos territoriales ecológicos, priorizando la salud socioambiental.
- Que el gobierno estatal, en vez de insistir en la construcción del libramiento de Calpulalpan, realice la ampliación a cuatro carriles en la carretera ya existente, incluyendo la construcción de entradas y salidas seguras en la cabecera municipal de Calpulalpan; en San José; Francisco Villa, municipio de Sanctorum; en el municipio de Benito Juárez, y en Madero y La Calera del Municipio de Nanacamilpa.
- En coordinación con las comunidades afectadas, se atienda de manera integral y eficaz la plaga del escarabajo descortezador, garantizando la seguridad e integridad de quienes protegen y cuidan del bosque.
- Que se reconozcan, preserven y defiendan los saberes indígenas de quienes defienden la Matlalcuéyetl.
- Se incentive la creación o fortalecimiento de colectivos y cooperativas comunitarias que generan economía local a partir del aprovechamiento de sus recursos, al mismo tiempo que cuidan y conservan sus territorios.
- Que desde el gobierno federal, en coordinación con los ámbitos estatal y municipal, y con participación de las comunidades afectadas, y con científicas y científicos, se elabore e implemente un Plan integral para el saneamiento y restauración de toda la Cuenca del Alto Atoyac.
En el Día Mundial del Medio Ambiente las organizaciones locales de Puebla y Tlaxcala reiteramos nuestro compromiso en la defensa de nuestro territorio, del agua, flora, fauna y de quienes aquí habitamos. Nuestros pueblos han existido por siglos en esta tierra y durante siglos la han mantenido viva, y hoy nos toca luchar por recuperar y sostener esa vida, para que las futuras generaciones puedan seguir existiendo. Nuestra lucha es por la vida presente y futura.
¡No hay justicia social, sin justicia ambiental!
Atentamente:
Artemali Ocoxal; Centro de Economía Social Julián Garcés A.C.; Centro Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local A.C.; Colectiva Xihpahtli; Colectivo Tejiendo entre Cauces; Coordinadora por un Atoyac con Vida; Equipo de Pastoral Social de la Inmaculada Concepción, Apizaco; Equipo Promotor de la Pastoral Social del Decanato de la Misericordia, Apizaco; Grupo de Pastoral Social de Cristo resucitado, Tlaltepango, San Pablo del Monte; Grupo de Pastoral Social de la capilla de Nuestra Señora de la Paz, Cuautlancingo, Puebla; Grupo de Pastoral Social de la Parroquia de San Bernardino de Siena, Contla; Grupo de Pastoral Social de la Parroquia de San Juan, Huactzinco; Grupo de Pastoral Social de la Parroquia de San Luis Obispo, Teolocholco; Grupo de Pastoral Social de la Parroquia de San Marco Contla, Papalotla de Xicohténcatl; Grupo de Pastoral Social de la Parroquia de San Mateo Apóstol, Huexoyucan; Grupo de Pastoral Social de la Parroquia de San Miguel Arcángel, Tenancingo; Grupo de Pastoral Social de la Parroquia de Santa Inés, Zacatelco; Grupo de Pastoral Social de la Parroquia de Santo Toribio, Xicohtzinco; Grupo de Pastoral Social de Nuestra Señora del Carmen, Chiautempan; Grupo de Pastoral Social de Nuestra Señora Santa Ana, Chiautempan; Grupo de Pastoral Social de San Antonio de Padua, Acuamanala; Grupo de Pastoral Social de San Juan Bautista, Totolac; Grupo Pastoral de la Parroquia de Santa Cruz Tlaxcala; Movimiento No al Libramiento; Ojito de agua, Apizaquito.